La noche nunca termina con Valentina,
es la mina que cualquiera soñaría.
Pero si es la verdadera Valentina
Argentina entera se pone de pie.
Es difícil acabar las cosas
es difícil también empezar
pero con Valentina quisimos acabarlas todas
de a una primero y todo después.
Eran las cinco de la mañana
y mi espíritu guerrero temerario
no sabía de lugares ni de horarios
y con el oso fuimos a buscar la miel.
Se hicieron las seis, y las siete, y las ocho,
las nueve, las diez y las once de la mañana.
No sé que habrá hecho Sabina
pero Valentina había una sola,
es el mapa de Argentina hecho mujer.
Las horas de sueño perdido pasan factura
pero la más dura es la dictadura de la belleza.
Tuve que pedirle a un amigo
que venga conmigo a mirarla un poquito
para que alguien me crea lo que era Valentina.
Qué pedazo de mina
Argentina entera se pone de pie..
(Gracias, gracias Calamaro querido ! )
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