n
o
m
e
j
o
d
a
s
Paso noches hablando de vos,
este es mi insólito monólogo de hoy.
Me cuelgo y me empiezo a preguntar,
si tu Quilmes jugará en el más allá.
Lo enciendo frente al Rìo de La Plata sin dudar
con más ganas de creer que de pensar,
porque tus sueños como el viento
vuelven desde tu ciudad
para darle a lo que siento
algún lugar en tu eternidad.
Tener tus ojos debe ser ilegal
y mas si cuando miras solo inspiras a pecar
esa sonrisa peculiar de jugar a tentar letal
es un dote que si sabes como usar para matar
Te has armado de forma perfecta
para hacerme agonizar, tan muerte lenta
mientras tu boca violenta revienta
dentro de mi boca como un rayo una tormenta.
Tus manos calientan piel solo de rozarla
y mis manos van jugando a conocer tu espalda
con toda la calma se alarga
la delicia de mi expedición hacia tus nalgas.
Y no hay mas que una sola versión
una sola muestra total de perfeccion
llenas de luz la habitación con tus brillos de neón
y yo sin trabajo suelto asi un ultimo botón y pienso
Tan solo las doce y no se escuchas voces
solo gemidos finos, sonidos del gocepara cerrar la noche con broche de oro
yo te llego al oido y susurro este coro:
Eso no fue nada, ya estoy en confianza negra
si me regalas la mañana
te llevo hasta la noche eterna.
Puedo darte melodías,
hacer rimas en tu nombre;
Pero nunca llegaré tan lejos
para devolverte tanta paz,
tanta melancolía,
tanta pausa en mi vida.
Como la tinta cuando
sueño canciones,
como la razón
cuando me faltan razones,
como el tren que
se mete en las nubes,
Sos la llave hacia otro lado.
Hacia el costado de las cosas,
dónde no son sólo hermosas
Puedo entender la realidad
que en realidad
me haces entender
eso que no todos ven.
Cuando así estamos
no existen ilegalidades,
ni imposturas.
Sin darme cuenta,
ya me está abrazando
esta locura..
la que me hace ver todo distinto,
la que me hace
encontrar los caminos.
Puedo hacerte mil banderas,
Puedo hablar de fantasía,
Pero estaría tan lejos
de explicar lo que es
pasar por la frontera
más sensible de mis días
Y así te rebajaría.
Como esas alas
para levantar vuelo,
Como el destino
que me lleva a tu cielo,
como la nave
que deshace los hielos,
O la llave hacia otro lado,
hacia el costado de las cosas,
dónde no son sólo hermosas.