Era el amanercer que entraba por aquella ventana
(esa que algun dia me vio ser feliz)
y tu cuerpo provocandome, nuevamente cerca.
Pero entre risas y manos dudosas. Me resisti.
Y hoy no tengo una duda que me oscurece el alma.
No, hoy estas lejos y puedo entender eso.
Puede entenderlo, pero no pidas que te olvide.
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