domingo, 24 de octubre de 2010

Era el amanercer que entraba por aquella ventana 
(esa que algun dia me vio ser feliz)
y tu cuerpo provocandome, nuevamente cerca.
Pero entre risas y manos dudosas. Me resisti.
Y hoy no tengo una duda que me oscurece el alma. 
No, hoy estas lejos y puedo entender eso
Puede entenderlo, pero no pidas que te olvide.

No hay comentarios: