Siempre tuve un defecto, no se decir que no
y pasadas las cuatro mi cara era un error
entrancado como un idiota fui
con el moño en la cabeza
buscando en esas tetas el calor
para poder sobrevivir
a la agonía de la noche,
a la desdicha d sentirme un mercenario del alcohol
y alejarme entre los gritos y los tragos
otra vez solo, un perdedor
sábado, 5 de marzo de 2011
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