lunes, 5 de julio de 2010

Esperaria que no te asuste 
este instante de sinceridad
mi corazon, vomita su verdad.
Es que hay una guerra entre dos
por ocupar el mismo lugar :
la urgencia o la soledad.
La soledad fue tan sombria
que no te dejo encontrar
tu naturaleza divina.
La urgencia gano esta vez
dispuesta a penetrarte
prepotente y altiva.
Por la noche la soledad desespera
Espera por ti, espera por él
espera por mi tambien, por aquèl.
Mis condolencias sujetan su alma a una brutal represion
esperando apasiguarse
o confia en el paso del tiempo
como otra solucion
para encontrar la calma.

Pero te pone loco en las noches
rogando entrar en los confines mas oscuros,
despues te arrodillas
ante el amor maternal
suplicando ternura.

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